Siempre tuve dos grandes pasiones: el cine y la pintura, por eso este espacio estará dedicado a ellas. No sé si fue primero el cine lo que me atrapó o fue la pasión por los pinceles. Desde niño, todo iba muy ligado. La fascinación por el cine me viene dada por la capacidad de las películas de hacerte perder la noción del tiempo y del espacio en que habitas, de transportarte a cualquier época y lugar, de extraer de ti los sentimientos más variados: alegría, melancolía, calma, indignación, esperanza o decepción. El cine como un mundo mágico de sueños y entretenimiento, pero también de arte. Marilyn, Garbo, Cary Grant, Bogart o Ingrid Bergman, todos con talento suficiente como para lograr lo antes descrito, ayudados por directores de la talla de Howard Hawks, Billy Wilder, Alfred Hictchcok o George Cukor. Me dejé seducir por todos ellos desde que, sentado los sábados por la tarde, después de comer, en aquella mítica "Primera Sesión", veía y absorbía todas sus películas. De alguna manera tenía que demostrar mi admiración por el cine y sus estrellas, y que mejor modo que dibujando y pintando. Y desde pequeño, lápiz en mano, y con aquellos viejos recortes de revistas que atesoraba, donde se podían ver los rostros más bellos y admirados de la Historia del Cine, comencé mi tarea.
Así, en este blog, iré publicando a través de mis dibujos y opiniones, una historia a retazos del Séptimo Arte, contada desde el cariño y la nostalgia de un niño feliz, disfrutando de aquellas viejas películas, que de una forma o de otra, influyeron en mi manera de ver la vida, y despertaron en mi, la imaginación y los sueños, pero también la capacidad crítica y el amor por el arte.
Hoy es mi primera entrada y va dedicada a mi actriz favorita, Marilyn Monroe.
La primera vez que contemplé a Marilyn en una película fue en el año 1980. Tenía 13 años y la película era "Con faldas y a lo loco", aunque su imagen la conocía a través de un viejo poster de 1979 que venía en una revista de la época.
En él, ella aparecía en bañador, un bañador negro, elegante y casto, los brazos, por detrás de la nuca, realzaban su pecho y su impresionante figura, y su bello rostro, magnético y dulce, emanaba una gran sensualidad, pero también una gran cercanía.
Sin duda, era alguien muy especial, y así lo percibí.
Y además era tan guapa que no dejaba espacio para las demás. Pero Marilyn fue mucho más que una mujer bella. Fue una gran actriz, y su trabajo ha quedado reflejado en películas como "Niágara", "Bus Stop", "El príncipe y la corista" o la obra maestra de John Huston "Vidas rebeldes".
Su magia se imponía ya desde sus inicios, interpretando papeles cortos, pero lucidos en joyas como "La jungla de asfalto" o "Eva al desnudo".
Marilyn me ha venido acompañando durante toda mi vida. Su vida, trágica y épica, no hacía sino acentuar mi admiración por ella.
Mi primera entrada de este blog es para ella: voy a publicar dibujos que realicé en distintas épocas, que van desde mi adolescencia, a otros de más reciente factura.
Son dibujos quizá imperfectos, pero llenos de vida, sensualidad y de ternura, que en esencia era lo que desprendía Marilyn, inmortal estrella y sencilla chica de al lado.
Durante el rodaje de su última película (inacabada) " Something´s got to give" Marilyn aparecía deslumbrante y rodó el primer desnudo de una actriz en una pantalla.
Una imagen de juventud de Marilyn, cuando trabajaba para la agencia de modelos de Emmeline Snively, y empezaban sus primeros papeles en el cine.
Para finalizar, un dibujo basado en una fotografía de Bert Stern, en una de sus últimas sesiones fotográficas, una de sus sesiones más famosas.
