"María tiene un ángel
que la protege y la cuida.
Mientras lo abraza,
los besos de María llenan su piel
de incondicional ternura.
María sabe que la vida es dura,
pero la desafía
como un torreón de almenas de cristal.
María es una montaña de árboles inmensos
y un pedazo de mar entre los olivos.
La libertad de María reside en su fuerza.
que se concentra en su ángel.
La fuerza de María reside en su espíritu,
libre de contenciones y de murallas.
María sobrevive a zarpazos,
regalando a la vida
su inagotable energía.
Y cuando llega el frío,
María se abraza a su ángel
de alas transparentes,
Mientras lo mira callada,
con el inmenso amor
de sus ojos de madre."
Este poema está dedicado a mi amiga María y a su hijo, un ángel de alas frágiles y luminosas. Lo escribí el 3 de diciembre pasado, antes de que el ángel decidiera emprender su viaje a las estrellas, y lo hizo como lo hacen los ángeles, ascendiendo al universo con sus alas transparentes, y llenando de amor a los que lo rodean.
Las pérdidas irreparables no se olvidarán jamás. Entrañable poema que nos une a esta madre en su dolor. Un abrazo
ResponderEliminarAsí es, muchas gracias por tu comentario y celebro que te haya gustado este pequeño, pero sentido homenaje a la madre y al hijo. Un abrazo.
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