De comendador anduvo
Jorge Manrique, el poeta
en la villa de Chiclana
que hoy celebra su Encomienda.
Las calles engalanadas
con antorchas y banderas,
nos recuerdan a otros tiempos
de señores y alcahuetas,
de vasallos y de hidalgos
que regresan de la guerra.
El teatro pone en el pueblo
representaciones regias,
la cetrería nos enseña
de las aves su belleza,
halcones y búhos reales
por los cielos sobrevuelan,
mientras que los caballeros
se enzarzan en gran pelea,
batiéndose en un combate
de prestigiosa grandeza.
Por el Trasca suena música
de zarabanda de estrellas,
acogiendo con desvelo
al forastero que llega.
Anoche por allí estuvimos,
recordando al gran poeta,
aquel Manrique que un día
con gran talento escribiera:
"Nuestras vidas son los ríos
que van a dar a la mar..."
Y por eso, amigos míos,
no debemos litigar,
que la vida es muy hermosa,
pero, ¡que pronto se va!.
Aprovechemos el tiempo,
disfrutemos los momentos,
vivamos todos en paz,
que la vida es solo un sueño
tan breve como irreal.