sábado, 18 de junio de 2022

BIENVENIDO MÍSTER MARSHALL (1953)

 




      En el año 2021 fue el centenario del nacimiento de Luis G. Berlanga, uno de nuestros mejores directores de cine. Por este motivo, hoy, en "Desde Stromboli", comento una de sus películas más representativas: se trata de "Bienvenido Mr. Marshall", todo un clásico del cine español cuajado de momentos memorables, que hoy voy a recordar.


   

   En los inicios del otoño de 1952, el pueblo de Guadalix de la Sierra, en Madrid, interrumpió sus quehaceres y su rutina ante la llegada del director Luis García Berlanga para rodar la que sería una de sus películas más populares: "Bienvenido Míster Marshall". La expectación causada por las gentes del cine en aquel tranquilo lugar fue enorme, máxime cuando se pidió a los habitantes del mismo que colaborasen en la película, a lo que, por supuesto, cedieron. Fue un otoño especial, sin duda, para este pueblo madrileño, pues el rodaje vino a mitigar un poco la pobreza en la que se vivía en aquellos primeros años cincuenta del siglo pasado en España, un país encerrado en una negra dictadura y que no se había recuperado aún de la guerra civil que la asoló durante tres años y que se inició en el año 1936. Hablar de la película es decir que resulta totalmente imprescindible para los amantes del cine, una joya siempre a reivindicar, irónica y moderna, e impregnada de una más que sutil amargura bajo el disfraz de comedia costumbrista.




      Para mí, "Bienvenido Mr. Marshall" es una película entrañable, divertida y satírica, plagada de grandes momentos protagonizados por sus inolvidables protagonistas: Pepe Isbert, como don Pablo, el alcalde, Manolo Morán como Manolo, representante de artistas, y Lolita Sevilla como Carmen Vargas, la estrella de la canción española representada por Manolo, entre otros muchos. 




      El argumento es el siguiente: Don Pablo, alcalde de Villar del Río, un pueblecito castellano, recibe la visita del Delegado General, quién le comunica la llegada de una delegación de los Estados Unidos que forma parte del Plan de Recuperación Europea que este país quiere implantar (son los años en los que EEUU pone en marcha el llamado Plan Marshall para reconstruir la Europa Occidental de la posguerra, ayudas de las que España se quedó finalmente al margen). Casi todos reciben la noticia como algo que beneficiaría no solo al pueblo, sino que haría cumplir los sueños de sus habitantes. Por ello, las autoridades deciden preparar un gran recibimiento a los americanos, para lo que se valen de Manolo, el representante de Carmen Vargas, tonadillera que se encuentra en el pueblo de gira.. Así, deciden cambiar el austero y castellano aspecto del pueblo y convertirlo en un típico pueblo andaluz. De este modo, faralaes y sombreros de ala ancha coparán las calles del pueblo en un sainete que roza la astracanada y que provoca la ternura a la vez que las carcajadas en el espectador. Se llega a hacer una lista donde todos y cada uno de los vecinos pedirán un deseo a los americanos, pero estos, llegado el momento, pasarán de largo subidos a sus suntuosos coches, dejando la decepción en todos ellos. Finalmente, todos los vecinos volverán a la rutina diaria, colaborando como pueden para subsanar el despilfarro que ha supuesto la organización de la ceremonia de bienvenida a sus supuestos benefactores.




      La película se estrenó en abril de 1953 en el cine Callao de Madrid y obtuvo numerosos premios, entre ellos, dos en el prestigioso Festival de Cannes, a la mejor comedia y al mejor guión. Para historia quedan escenas memorables como la del discurso del alcalde en el balcón del ayuntamiento (Pepe Isber, absolutamente genial): "Y como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación y esta explicación que os debo, os la voy a pagar...", así rezaba la frase del discurso que repetía una y otra vez  con su prodigiosa naturalidad el gran actor, o la canción "Copliyas de las divisas", interpretada magistralmente por una joven y guapa Lolita Sevilla y que cantará coreada por todos los vecinos en la antológica escena de bienvenida a los americanos: "Americanos, vienen a España guapos y sanos, viva el tronío, de ese gran pueblo con poderío...", decía el inolvidable estribillo. Así, la sátira y el humor están servidos en esta película realizada con mucho mérito y talento por el maestro Berlanga, que supo sortear con gran habilidad los escollos impuestos por la censura franquista, realizando una crítica más que sutil al régimen (que intentaba dar una imagen de aperturismo, relacionándose con otros países, como en este caso, EEUU, pero que no pasó más allá de pedirle limosna) a la prepotencia de los americanos, al tipismo falso de una Andalucía atrasada, que frente a la imagen alegre y de pandereta que vendía el dictador en el exterior, se debatía entre penurias, como todo el país, pero mostrando, sin embargo, ternura y compasión por todos aquellos vecinos que componía Villar del Río, que bien podrían ser los mismos españoles en aquellos tiempos de represión y de pobreza significados por la dictadura.




      Por tanto, y para celebrar el centenario de Berlanga, (el 12 de junio pasado se cumplirían 101 años de su nacimiento) he querido homenajear desde este blog a este director imprescindible en la Historia del Cine Español y universal, un director de genio y de gran calado, que supo reflejar a la vez que criticar la sociedad de su tiempo de una forma feroz, pese a los obstáculos impuestos por la férrea censura franquista. Luis García Berlanga, genio y artesano de sueños de celuloide, que con sus películas nos ha divertido y a la vez, nos ha hecho reflexionar, dejando un legado magnífico y un estilo marcado y personalísimo con el que ha inscrito su nombre con letras de oro en la historia de nuestro cine.












4 comentarios:

  1. Una gran película. El cine de Berlanga está lleno de aciertos. Gracias por recordarnos que en nuestro cine hay una enorme calidad.

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    1. Así es, es una gran película rodada por un artesano del cine como fue Luis García Berlanga. Saludos y gracias por su comentario.

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  2. Una película memorable, divertida, entrañable, con la ternura que desprende permite que nunca la olvides, el gran cine es así.
    Gracias por estos recuerdos. Un abrazo

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    1. La verdad es que sí, un clásico del cine español a reivindicar siempre. Me alegro de que te haya gustado el comentario. Un abrazo.

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