A Marilyn Monroe
"La soledad habita en el desierto,
como en tus ojos habita la tristeza.
Si alguna vez piensas en mí,
deja la puerta abierta a tu sonrisa,
que encierra la dulzura y la alegría
de quién no es sino una etérea criatura.
Nevada sueña con sus noches
bajo un cielo abierto a las estrellas,
Mientras tu sueño se va desvaneciendo
bajo el manto de la fría madrugada.
Norma Jean ya no está,
más la luna nos trae su recuerdo incandescente,
envuelto en lágrimas de plata
y azules resplandores,
mientras tú renaces a la vida
como una diosa de amor, hermosa y breve.
Esta fotografía de Marilyn Monroe fue tomada en el desierto de Nevada por Eve Arnold en el año 1961, para un reportaje para la agencia Magnum. Es una de mis fotografías favoritas y en ella vemos a la actriz, concentrada, antes de comenzar a actuar. La película que estaba rodando fue su último film completo, "Vidas rebeldes" (The Misfits"), a las órdenes de John Huston y con Clark Gable, Montogmery Clift, Elli Wallach y Thelma Ritter como brillantes compañeros de rodaje. El resultado fue una película de un hermoso lirismo que nos conmueve y emociona cada vez que la vemos. Esta foto íntima y bellísima me ha servido de inspiración para escribir estos versos que dedico a esta gran actriz.
A Charo López
"Detrás de tus ojos
late el misterio de lo inconcebible,
la marea que se revuelve contra lo establecido,
la luz que opaca la negación y el olvido
La belleza te asalta impenitente
dejándonos sin voz,
mudos ante tu presencia abierta y regia.
Tu enormidad brilla en cada gesto
de actriz genuina,
inmersa en lo profundo de su talento.
Charo, la de los gozos y las sombras,
la de los naufragios,
la de las victorias.
El teatro se doblega y te piensa,
mientras tu mirada se apodera del cine.
Porque tú eres señora y dueña
de los espacios que incitan a los sueños,
y proclamas a cada paso
la libertad de ser tú misma.
Y lo consigues, dejando a tu alrededor
un halo perturbador de luz de escenario
que nos acorrala y nos obliga a adorarte."
Hace unos domingos, el programa "Imprescindibles", de la 2 estuvo dedicado a Charo López, una de mis actrices favoritas y una de las más grandes de nuestro país. El documental "Me cuesta hablar de mí" hizo un repaso maravilloso y emotivo a la carrera de la actriz, en la que ella misma nos habla (aunque le cueste), haciéndonos partícipes de su fuerte personalidad, su sentido del humor y de su humanidad. El programa, brillante y dando pie a una elegante nostalgia, me hizo recordar su primera intervención cinematográfica en la película "Ditirambo", de Gonzalo Suárez, su eclosión a nivel popular cuando interpretó de una manera brutal y brillante a "Mauricia, la dura", en la serie de televisión española "Fortunata y Jacinta" y como no, su inolvidable trabajo en "Los gozos y las sombras", basada en la extraordinaria novela de Gonzalo Torrente Ballester, donde como Clara Aldán, conquistó al público con una interpretación vibrante y exquisita. Después vendría "Epílogo", "Secretos del corazón" y muchas películas más. Y como no podía ser de otra manera, también llegó el teatro y triunfó plenamente sobre los escenarios con obras como "Tengamos el sexo en paz" o "Carcajada salvaje". Hoy he querido, con todo cariño y admiración dedicarle estos versos a Charo López, que, por cierto ha cumplido recientemente 80 años y darle la enhorabuena por su extraordinaria carrera y por emocionarnos con sus interpretaciones, siempre ajustadas y tan auténticas como ella misma.