lunes, 10 de agosto de 2020

ÁRBOLES SOMBRÍOS








      La muerte se enredaba entre la hierba del bosque, y esta alimentaba a los árboles, que crujían resquebrajándose, y de sus grietas brotaban fuentes de sangre que a la vez que se extendían por el camino, daban fuerza a sus ramajes. Eran árboles que cobijaban los espectros de las almas impuras, de espíritus envueltos en la profanación y el crimen, y que salían al acabar el otoño para poner precio a la vida de los humanos, sabiéndola de poco valor. El frío invierno los dejaba campar a sus anchas por los recovecos del destino de aquellos que, alguna vez, vendieron su alma al diablo...

                                                   








sábado, 1 de agosto de 2020

POEMAS FOTOGRAFIADOS







SOMBRA DE AGOSTO

Tu sombra me da luz,
me recuerda la frescura de su boca,
y yo me dejo ir entre tus hojas
de savia nueva y de verdor azul.

A tu sombra me encuentro resguardado
como en los brazos de quién tanto quise,
y a tu sombra, curo las cicatrices
que desgarran mi pecho lacerado.

Bajo un cielo de tallos confiaré,
con divisar a lo lejos su figura
de espiga verde, estilizada y pura,
y en la calma de tu sombra, esperaré.

Será en agosto al caer la tarde
cuando su mano se roce con la mía,
cuando su boca recobre la poesía
que abandonada se quedó en la calle.

Y la flor calurosa del estío,
en este tiempo cruel y desmañado,
dejará mis pensamientos atrapados
en sus labios de húmedo rocío.

Tu sombra me distrae y me reanima,
dejando en mí de nuevo la esperanza
de volver a tener en la balanza
el peso del amor que me equilibra.






CENIZOS

El cenizo,
manchado de tristeza,
desdibujado en el blanquiverde
de sus hojas desanimadas.

Hierba infeliz,
despojada de color y luz,
su figura se desmadeja 
alicaída y lacia,
como los brazos del amante 
que ya no ama.

El cenizo,
que reina sin provecho en los estíos,
y que solo es distraído por la brisa
en un baile de versos de elegía.

Pobre cenizo,
de ceniza es su existencia,
de cenizas sin rescoldo y sin poesía,
de cenizas mojadas en ausencia,
de cenizas despobladas de alegría.

Lloran en la tarde los cenizos,
en tanto el verano dilata los días
y afligido el sol descansa.

Más la lluvia breve y dulce de las nubes
besará sus hojas desteñidas,
empapando la ausencia de sus flores
en pos de la melancolía.

El cenizo duerme al borde del camino
polvorientos sueños de sombras vespertinas.





MI PATIO DE NOCHE

Es silencio fresco en el estío,
soledad recogida y calma,
fiesta y reposo,
luz de flor y anocheceres.

Me quedo aquí,
con el rigor de la esperanza
y confianza en el futuro,
escuchando los secretos de las flores
y añorando el tiempo en la distancia.

Me siento savia de las plantas
que abarcan mi patio
y me confundo en la noche con la luna
que me mira desde arriba,
como si el mundo fuera mío,
como si la tierra me perteneciera.

Me quedo aquí,
enseñándome a vivir conmigo mismo,
deslumbrado por la luz de las estrellas
y esperando la llegada de un día nuevo.





FLORECER EN VERANO

"Hay quienes florecen entre la aspereza de los rigores del verano,
entre la cortante rudeza de los pedregales,
en el secano de la aridez de los caminos
o entre las rejas que impone la tristeza. 
Tienen ese poder..."