jueves, 30 de abril de 2020

LÉEME







      "Léeme", le dijo mientras recostaba la cabeza en su regazo. Y él la leyó. Comenzó por su cabello, encendido y oscuro, iluminado a ráfagas con un brillo que realzaba su rostro, de tez morena y cálida. La increíble suavidad de éste le proporcionó una aventura sin fin y leyó como una vez se había perdido en su frondosidad y no sabía encontrar el camino de vuelta. Tampoco sabía si quería regresar, abrumado por la blandura de aquellas fibras sutiles, que lo acariciaban enlazándolo y lo arrastraban con su olor a madreselva y jazmín. Siguió leyendo, esta vez en su frente, detrás de la cual, estaba el misterio que encerraban sus pensamientos y que él trataba de descifrar a veces. Sin embargo, hoy en su lectura, descubrió cuanto lo amaba, pues la frente, distendida y calma se abría como un espacio al aire libre, de cielos despejados y límpidos, donde reinaba una brisa tenue y tranquila, que él agradecía. ¡Cuánto deseaba llegar al capítulo de sus ojos!, más apenas unos minutos después, allí se encontraba. Bajo la nobleza de sus cejas perfectas en su placidez, por fin se extravió en aquellos astros hermosos que lo hechizaban y cuya luz parecía encender el universo. Vivió mil hazañas en sus reflejos, sabiéndose siempre perdedor en sus batallas. Sin embargo, los destellos que le proporcionaban sus negras pupilas lo trasladaban a paraísos y oasis que le ofrecían la seguridad y la calma que requería, pero también la pasión. Entonces leyó en ellos que él le pertenecía por entero y que ella era su destino, que él había venido a este mundo solo por ella y acercando sus labios, besó aquellos ojos profundos.
       Su nariz, era una armoniosa cordillera firme y recta por la que se deslizó caminando como un peregrino, hasta que, muerto de sed, se paró a beber en sus labios. Y continuó leyéndola con detenimiento. Esta vez la leyó a besos, descubriendo por primera vez sus secretos, envueltos entre la fruta carnosa y húmeda que ella le ofrecía con agradecimiento y que él tomaba ansioso, pero teniendo constancia de su exquisitez. Nunca fueron unos besos tan reveladores.
      Tras deslizarse por la curva sinuosa y delicada de su barbilla, continuó con el siguiente capítulo: su cuello, esbelto y nacarado, lugar de reposo de sus labios tras la batalla vivida en aquella boca de sensualidad volcánica. Ella se quitó la camiseta y pasó página y a través de sus hombros, él bajó hacia el paisaje de médanos salvajes que conformaban sus pechos, firmes y combativos, que se elevaban como montículos, coronados por las aureolas sonrosadas que los remataban. Siguió leyendo, esta vez con las manos, como un ciego lo haría, escrutando cada letra, cada sílaba, cada palabra, en un conocimiento arduo y placentero, donde sus dedos y las palmas de sus manos leían hábiles como ella se entregaba en una pugna de modelaje dirigida y ejercitada por él, y en la que a ella le apetecía perder. Después de las manos, vino la boca, que supo recorrer aquellos parajes repletos de sensaciones y de dulces peligros y que desató en ella el temblor de las flores ante el viento ardiente que a veces trae la primavera. Después, ella se despojó de la falda y de toda prenda que cubriera su piel y allí quedó a su merced, desnuda y descubriendo como un libro hasta ahora secreto, sus pasajes más puros y prohibidos. Él, sumido en el placer del conocimiento, bajó por su cintura y comenzó la lectura del último capítulo. "Léeme", le volvió a repetir, pero esta vez en un tono menos jovial y más incitante, y él recorrió las últimas frases que habitaban en ella y se sumergió en el sublime hontanar que nacía de su sexo, y cuando finalizó, se encontraba desnudo, abrazado a aquel cuerpo de humedades infinitas y de lecturas múltiples que por fin, era suyo.








lunes, 20 de abril de 2020

EN EL DÍA DEL LIBRO




      En esta semana, concretamente el día 23 de abril se celebra el Día Internacional del Libro y para celebrarlo, he pedido a mis amigos que me indiquen algún libro que haya sido significativo en sus vidas de un modo u otro, o simplemente que les haya gustado. Así, para la realización de esta nueva entrada contaré con todos los que han decidido colaborar y a los que agradezco su participación.  En estos tiempos que corren, nada hay mejor que leer y hablar de literatura.






     
      Para comenzar, iré exponiendo algunos libros de los muchos que me han marcado a mí a lo largo de mi vida, en sus diferentes etapas.




1.- "Los Robinsones Suizos", de Johann David Wyss. Este libro me marcó ya por el solo hecho de ser el primero que leí, y el primero que pedimos al Círculo de Lectores. Yo tendría unos nueve años y fue mi madre quién impulsó tanto la suscripción a esta entrañable casa de libros, como la que marcó el camino de mi gusto por la lectura. El libro es una pequeña joya que en aquellos momentos de mi infancia me hizo vivir en primera persona las emocionantes aventuras que relata. Además, venía cuajado de excelentes dibujos a carboncillo que despertaban mi imaginación y también mi interés por el dibujo. La edición, que, como es lógico, conservo, es de 1976, y está en lugar preeminente de mi biblioteca y de mi corazón.






2.- "La bestia humana" de Emile Zola. Ya en el instituto, y en clase de francés, tuvimos que leernos en el idioma del país vecino esta obra del naturalismo que despertó en mí la pasión por Zola. Luego vendrían "Germinal" y "La taberna". Para mí, junto con Benito Pérez Galdós, son dos de los más grandes escritores que ha dado la literatura. Zola, maestro de un feroz realismo social, con su potente narrativa, me situó definitivamente frente a todos aquellos que hacen del uso del poder un abuso y junto a los más débiles.





3.- "Los girasoles ciegos", de Alberto Méndez. Mezcla de literatura y de poesía, el único libro escrito por su autor, me encantó. Son cuatro cuentos entrelazados entre sí que se desarrollan en plena guerra civil y que ponen música a la desgarradora contienda. Dotada de un lirismo tremendo, "Los girasoles ciegos" se lee con el corazón encogido y con la emoción a flor de piel.





4.- "Vientos del pueblo", de Miguel Hernández. Conocí su poesía en mis años de instituto y me subyugó desde ese mismo momento. Saber de su vida no hizo sino aumentar mi admiración hacia este extraordinario poeta. Su trágica muerte, en defensa de las libertades, nos privó, como en el caso de ese otro gran poeta, Federico García Lorca, de nuevas obras con las que seguir disfrutando de su inmenso e incalculable talento.





5.- "En la cripta", de H. P. Lovecraft. Ya en la universidad, conocí a este genial escritor gracias a una gran amiga mía con la que aún tengo la suerte de compartir conversación, blog y literatura (de hecho esta fotografía y algunas ilustraciones más que compondrán la entrada, son suyas) y aunque yo había leído ya a Mary Shelley, o a Arthur Conan Doyle, que me fascinaban, me amplió el camino y el interés por la literatura gótica, fantástica y de terror.





6.- "Marilyn Monroe", de Donald Spoto. El cine siempre ha estado presente en mi vida y mi pasión por él, siempre estuvo marcada por mi pasión por Marilyn. De ella, a lo largo del tiempo he leído varias biografías, incluida la también excelente de Norman Mailer, pero de todas ellas, me quedo con esta. La compré en Granada hace unos veinte años y, sin sensacionalismos baratos, nos adentra en el conocimiento del mito de una manera documentada y cálidamente literaria. Acabo de abrir el libro y leo este poema que le dediqué:
 
 
 
"Fuiste fragancia de gardenia herida
sobre nuestra vida,
que contigo siempre pareció mejor.
Y tu pelo etéreo de algodones suaves
nos sirvió de nido,
y en él cobijamos nuestro corazón.
Te fuiste buscando tus sueños perdidos
en tu barco de oro por detrás del sol,
pero nos dejaste tu alma infinita
unida por siempre
a los colorines del tecnicolor"
 
 





7.- "El Maestro del Prado", de Javier Sierra. Es el último libro que acabo de leer y me ha fascinado tanto por su dosis de misterio como por su ágil narrativa y porque ha vuelto a despertar en mí el interés por descubrir qué hay detrás de cada obra de arte, de cada cuadro, que en muchos casos son fuentes de secretos, de historias ocultas y de una imaginación sin límites.


     Ahora daré voz a todos los amigos que han querido participar esta semana en esta celebración tan especial como es el Día Internacional del Libro. Han sido muchos los que han respondido, y poco a poco, iré publicando sus comentarios.





      "Imposible elegir solo uno. "Ensayo sobre la ceguera" de José Saramago, "Cien años de soledad", de García Márquez, "Doña Perfecta", de Galdós... son buenísimos y ya unos clásicos. Otros menos conocidos que también me han gustado mucho, han sido por ejemplo, "El proyecto Willianson" de John Grisham, que me conmovió al condenar a muerte a un inocente perturbado por ceder a la presión mediática y tener prisa en buscar un culpable al horrible crimen de una joven. Se amañaron las pruebas, falsos testigos... todo por cerrar el caso y por la buena imagen de la justicia. Además, ha habido condenados reales similares y en circunstancias así de terribles. También "El jugador" de Fiodor Dostoyevski, me hizo abrir mi mente al tortuoso mundo del juego. "La sonrisa etrusca" de José Luis Sampedro me emocionó muchísimo por su gran sensibilidad y la búsqueda del amor hasta el final de la vida. Este es uno de mis autores favoritos."
                                                     Isabel Sánchez García.





    " La novela que me impactó a mi y me encantó fue "La casa de los espíritus" de Isabel Allende, me fascinan todas sus obras, todas las que he podido leer..."
                                              Mari Carmen Ramos Rubio.




      "A mí me gusta mucho Arthur Conan Doyle, todos los protagonizados por el famoso Sherlock Holmes y su fiel acompañante, Watson... aunque el libro que más me marcó fue "El alquimista" de Paulo Coelho. Santiago, pastor, en busca del tesoro recorrió medio mundo y siempre lo tuvo tan cerca..."
                                                                Felisa López.





      "Hay muchísimos que me encantan. Aparte de eso "Cumbres borrascosas" de Emily Brontë me apasiona. Lo he releído muchas veces y cuando se estropea, compro otro. De los últimos, me han gustado "La huella de una carta", de Rosario Raro y "Patria" de Fernando Aramburu."
                                                         Ángeles Navarro.






      "Para mí, "La mesa de Salomón", de Juan Eslava Galán. Después se ha publicado como Los templarios y la Mesa de Salomón. Me descubrió una literatura a caballo entre el misterio, la historia y la España mágica, llena de mitos y leyendas."
                                                  Encarni Vela Guzmán.





      " Algunos han sido "El banquete", de Platón, "El árbol de la ciencia", de Pío Baroja y "Cien años de soledad", de Gabriel García Márquez."
                                                    Antonio Maldonado Muñoz.





      "Varios, pero por nombrar uno: "Los buscadores de conchas", de Rosamunde Pilche.
                                                         Paula López Pardínez.

 





" Un libro que me gustó especialmente y que me sorprendió por su exacerbado realismo fue "Madame Bovary" de Gustave Flaubert. La historia de una mujer atrapada en una vida que no es la suya, que ve como sus aspiraciones pueden quedar reducidas a la nada si no lucha denodadamente por mejorar su existencia y para ello tendrá que tomar decisiones muy dolorosas que desafiarán las convenciones de la época en la que se desarrolla la trama. Recuerdo que me llamó la atención las minuciosas descripciones que reproducen en la imaginación del lector el efecto de una poderosa fotografía realizada mediante las palabras de su autor. La protagonista, buscándose a sí misma, encontrará la desdicha porque la vida suele ser, a veces, tan imprevisible como los sueños. De esta obra maestra de la literatura universal hay que destacar también que los personajes tienen vida propia en esta historia tan realista como sombría, donde cada pasaje encierra una certera descripción de la geografía del alma humana."
                                                            Agustín Martos Ramos.






      "A mi me encantan las novelas de la gran escritora Ágatha Christie como "La muerte de Roger Acrkroy", "Muerte en la vicaría", "Diez negritos", las cuales una vez que empiezas a leerlas no puedes parar hasta terminarlas, ya que el misterio te envuelve y quieres saber quién es el asesino y cual es el final. Es intrigante en su manera de escribirlas. Otro libro que me gustó muchísimo fue "La tésis de Nancy", de Ramon J. Sender, la historia de una americana enamorada de España, concretamente de Sevilla, donde hubo de documentarse acerca del folklore español. Cito estos, porque hay tantos, entre ellos, "Fortunata y Jacinta" de Benito Pérez Galdós, una relación amorosa muy difícil ya que ambos pertenecían a clases sociales muy diferentes."
                                                   María Vicenta Ruiz Patón







     " El símbolo de cobre, la lucha de una mujer en un mundo de hombres"
                                                                        Rosi Rodríguez.





" No sabría decir que libro me ha gustado más, porque he leído muchos, antes más que ahora, no por nada, sino por falta de tiempo, porque tengo dos personas mayores a mi cargo. El rato que puedo leo, pero ya el cansancio me agota. Yo de pequeña me leía Mortadelo y Filemón, y las novelas de las que fueran, hasta policiacas. Algunos de los que he leído "Los pilares de la Tierra", de Ken Follett o "El niño con el pijama de rayas" de John Boyne y también "El perro de los Baskerville" de Arthur Conan Doyle. Ahora estoy con otro que es de Ágatha Christie "El secreto de los Chimneys". Me gustan todos los géneros, pero soy más de novelas de suspense e historias bonitas."
                                                   Francisca Garrido Garrido





      "Sin lugar a dudas, para mí, "La catedral del Mar" de Ildefonso Falcones. Espectacular obra que mezcla la ficción con la realidad de unos hechos históricos acaecidos en una Cataluña muy sometida al feudalismo. Vivo ejemplo de autosuperación de su protagonista, Arnau. Te atrapa desde la primera página. Es de estas novelas que aunque ves que termina, deseas seguir leyendo."
                                                        Eugenia Polo Moreno.






      " A mí el libro que me marcó mucho en su momento fue "La lápida templaria", de Juan Eslava Galan".
                                                           Toñi Rueda.






      " Como uno tiene ya la memoria "ram" bien jodida, y con seguridad hay libros que me han gustado y de los que he olvidado toda referencia, voy  a tirar de los clásicos, de los personajes que más me han marcado. Y de entre ese elenco destacan sobre las demás las figuras de Andrés Hurtado, de Baroja y de Máximo Estrella, de Valle Inclán. Por otra parte, de entre lo que he leído en los últimos años y me ha llamado mucho la atención, están "Las uvas de la ira" de Steinbeck, y "La guerra del fin del mundo", de Vargas Llosa. Pero para entretenerme de verdad es suficiente una novela de García Pavón, de aquel filósofo de calle y pálpito llamado "Plinio" - que se note en algo que uno es de una esquina al sur de la Mancha -, o de aquella neoyorquina intrigante pareja que así mismo se apodaba como Ellery Queen."
                                           José María Cantarero Quesada.








      "Acabo de leerme "Papel y tinta" , de María Reig, una novela basada en la época de la guerra civil española que trata de una mujer que lucha por cumplir sus sueños. Quería ser periodista, pero en esa época le era imposible estudiar, e hizo atrocidades por conseguirlo en esa época tan difícil que le tocó vivir. Superinteresante, la recomiendo."
                                              Carmen Berbel Meca.






      " A mí un libro de los que más me gustó fue "Ecos", de Danielle Steel."
                                                                       Puri Peláez





      "A mi me encanta de Jorge Molist "Canción de sangre y oro" y también me gusta "Martín, ojo de plata".
                                                           Paula García Felguera.







      " Últimamente estoy volviendo a leer a Gorky, "Páginas de un descontento" me tocó profundamente en el alma... y "La Madre", aún más... José Saramago con su "Ensayo sobre la ceguera", que no hay párrafo que no me haga pensar en lo profundo del ser humano. Sobre todo, José Luis Sampedro con "La sonrisa etrusca" o "El río que nos lleva", donde nos sumerge en lo más inmenso y profundo de las emociones del ser humano. Y hablaría también de Juanjo Millás. El primer libro que me marcó fue "El orden alfabético" y después, devoro cada novela que escribe, o Rosa Montero con su "Bruna Hansky". Almudena Grandes con "Los pacientes del doctor García". Todos me marcan... forman parte de mi vida e incluso de mí misma... ¡Los adoro!."
                                                      Carmen Fernández García.





     

      "Resulta complicado responder a la pregunta que se nos hace sobre cuál es "el libro de nuestra vida". A este respecto, lo primero que se me ocurre es preguntar a qué clase de libro nos estamos refiriendo, a qué temática, si es novela, poesía, a historia, a medicina, o a cualquier otra de las innumerables disciplinas como existen expresadas en los libros. Si, como intuyo, se nos pide una novela, en mi caso diría que es "El nombre de la rosa", de Umberto Eco, la que más veces he leído y de la que mejor recuerdo guardo. Pero dicho así, el asunto cojea, pues en mi caso, y creo que en el de todos, va por épocas. Mejor o mas fácil de contestar hubiera sido si se nos preguntara por "los libros", en vez de "por el libro". De esta manera, habríamos tenido la posibilidad de referirnos a los libros que leímos en nuestra adolescencia, que son los que habrían de forjar nuestra personalidad (en mi caso, Julio Verne, con todas sus obras, se introdujo en mi ADN e hizo de mí un ser aventurero). Más tarde, siendo veinteañero, leí las obras de Víctor Hugo, y su conjunto me convirtió en un empedernido romántico ("El hombre que ríe", es mi preferida). Ya más adelante, en mi primera edad adulta, cuando la Historia formaba parte de mis inquietudes, es la citada novela de Eco la que se convirtió en "el libro de mi vida", o mejor, "la novela de mi vida". Pero hay tantos y tantos "libros de mi vida" que me parece un sacrilegio elegir uno solo. Tendría que pedir perdón a los demás.
                                                   Hermano Berengario.
   


          
      "Con tu propuesta, me han venido a mi mente recuerdos maravillosos. Yo, por las circunstancias de la época, de pequeña no tuve un libro "mío". Una amiga me prestó uno suyo. No es el que más me ha gustado, pero si el que con más alegría e ilusión leí. Se trata de "Mujercitas", de Louise May Alcott.
                                                           Isabel Rodríguez







      "Una amiga, en gratitud porque le ayudé con una asignatura, me regaló "El Aleph", de Jorge Luis Borges y a partir de ese encuentro con este enorme autor, que a su vez es como si leyeras a muchos otros escritores, fui comprando a lo largo de los años todos sus libros. Y no encontré nadie que le hiciera sombra hasta que tras un nuevo encuentro, una recomendación de una estupenda bibliotecaria, me alcanzó de lleno Fred Vargas. Hace unos días completé toda la colección. Desde pequeña una ha sido siempre de detectives: Holmes, Poirot, la señorita Marple, Maigret, Marlowe... hasta que llegó el comisario Adamsberg y su equipo. Lean por favor, "Cuando sale la reclusa", comiencen con él, se lo aseguro, no podrán parar de leer y hasta puede que sientan la necesidad de llorar, hiere muy dentro la cruda trama de esta novela. Gracias por esta oportunidad, Juan."
                                                               Rosa Cruz



    


       "El libro que recomendaré siempre es "La lluvia amarilla" de Julio Llamazares. Es una novela corta en la que, con un lenguaje poético y muy sensorial, se narra la soledad del último habitante de Ainielle, una aldea del Pirineo de Aragón. El monólogo de este personaje incide en la caída otoñal de las hojas de los árboles como metáfora de su vida y de la de la aldea. Advierto que la tristeza que gravita sobre todo el argumento, pero creo que, al leerla, entenderemos mejor al mundo rural y al peligro siempre acechante de la despoblación."
                                                José Agustín Blanco Redondo.







      " Primero hay que descerrajar la cabeza con la curiosidad de buscar en ese depósito que es un libro, una solución a la ignorancia. A mí me la forzaron en el instituto con las lecturas obligadas. Fue "Cien años de soledad", de García Márquez, el libro que abrió ese espacio mágico de la literatura. Luego fueron muchos más autores y libros, algunos de aventuras como Tom Sawyer, otros de misterio (cualquiera de Poe). Entre tanto los clásicos de la literatura castellana, "Don Quijote de la Mancha", por supuesto y más tarde la tendencia por el malditismo y la literatura francesa del XIX, donde la poesía de Baudelaire me lleva hasta lo último que he leído de Patti Smith, "Éramos unos niños", donde literatura, música y fotografía se juntan para darme un gran banquete. Ha habido muchos más, pero nunca suficientes."
                                                       Hilario Pastor Vicaría.






      " "El rio que nos lleva" de José Luis Sampedro es uno de "mis libros" por el amor a la naturaleza que destila, la maestría en las descripciones, la profundidad de los personajes. Leyendo este libro siento la hermosura del campo, a veces yermo, agreste, duro, pero también magnífico y generoso, la complejidad del ser humano y como el mismo Sampedro dice en la novela, que "la vida no avisa"".
                                                              Lourdes Vélez.    







            "Hay muchos libros en mi vida. En la adolescencia, cuando no lees, sino que devoras los libros, me marcó especialmente "Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez. Me lo había regalado mi madre en Navidad y me maravilló su mundo mágico y esos personajes míticos, Milagros la Bella o el coronel Aureliano Buendía.
      Yo siempre creo que el libro de tu vida está por llegar y uno de los últimos que he leído y me ha entusiasmado es "El infinito en un junco", de Irene Vallejo, una historia sorprendente sobre cómo el libro llegó desde el Mundo Antiguo a nuestras vidas"
                                                                Lola Cruz.








      "Los libros que marcan nuestras vidas y que se quedan para siempre en las estanterías infinitas de nuestra mente, uf... hay tantos!. Mi primer impacto fueron dos: "Coplas a la muerte de mi padre", de Jorge Manrique, y "Las mil y una noches". Luego llegaron otros y cito a los que a borbotones recuerdo: "El tesoro de los Incas", de Emilio Salgari, "Miguel Strogoff", de Julio Verne, "Cuentos de la Alhambra" de Washington Irving, "Alamut", de Vladimir Bartol y más... aunque me quedo con el que me arrebató y emocionó por sus muchas lecturas: "Juan Darién", de Horacio Quiroga: ser diferente, amor y libertad".
                                                             Susana Martín.








      "Mucho he leído y mucho sigo leyendo, pero el libro que más recuerdo y que va pasando de mi madre a mí y yo a mis hijos, y seguirá pasando es "El principito". Me encantará por siempre. Un saludo."
                                                                               Chonyn.








      "A mí me gusta muchísimo leer, pero lo mismo leo una novela que una enciclopedia de la salud o un libro de astronomía. No sabría decirte uno en concreto, uno de los últimos ha sido "Ahora estás en casa", de Antonio Gómez, y "2222" de P.L. Salvador, y no tienen nada que ver el uno con el otro."
                                                                                                Pili Pacheco Romero.








      "Bonita iniciativa, Juan. Si remonto a mi infancia temprana, en la que leí decenas de novelas de Marcial Lafuente Estefanía que quitaba a mis hermanos y leía a escondidas, y las sumo, es posible que sean tantas como he leído después, pero éstas no influyeron en mi vida. Las que de verdad han dejado huella en mí, y me enseñaron a desaprender, han sido, y no por orden cronológico, puesto que algunas las he vuelto a leer siempre que he sentido la necesidad son: "El diario de Ana Frank", "El Principito" de A. Saint-Exúpery (este de libro de cabecera), "La metamorfosis" de Kafka, "El lobo estepario", de Herman Hesse, "Un mundo feliz" de Aldous Huxley, "Rayuela", de Julio Cortázar. Y como no, "Los sueños" de F. de Quevedo, que me parecen obra y autor, atemporales y el autor, el mejor psicólogo de todos los tiempos. Esto es, lógicamente, muy subjetivo, porque a mí la gente con sentido del humor, me tiene ganada."
                                                              Enriqueta.







      "Las ciudades invisibles", de Italo Calvino, "Cuentos de Eva Luna", de Isabel Allende, "Industrias y andanzas de Alfanhui", de Sánchez Ferlosio... Ficción y recuerdos. Sobre todo, buenos recuerdos.
                                                                Agustín Blanco.













viernes, 10 de abril de 2020

VIERNES SANTO








La luz entre los olivos
se apagó este Viernes Santo,
la tierra que los sustenta
se ve anegada de llanto,
y entre las sombras del pueblo
corre un viento triste y calmo
dejando entre sus vecinos
un sabor a vino agrio.
Paran los olivareros
sus faenas en el campo,
y los pastores recogen
con apretura el ganado.
El cielo cubre sus nubes
con velo de negro tul,
las estrellas una a una
van a llorar a Jesús.
El monte Calvario arde
entre tinieblas y fuego,
pues Cristo ya está expirando
y su Madre está de duelo.
Las aves dan a sus trinos
una música doliente,
y visten de crespón negro
el corazón de la gente.
La luna blanca en su luto
borda lágrimas de plata,
que va vertiendo la brisa
sobre su divina cara.
Y el mar, que se ha alborotado,
seguidamente se calla,
escribiendo una oración
sobre sus olas de plata:
"Cristo de la Expiración,
cuida de los oprimidos,
de aquellos que nada tienen,
de inmigrantes y mendigos,
y de los desheredados,
por la injusticia vencidos.
Será tu muerte la vida
que a nosotros nos entregas,
mientras aromas de lirios
dan perfume a la tristeza.
Cristo de la Expiración,
tus heridas son las nuestras,
tu luz, celestial camino
de preguntas y respuestas."
Los olivos reverdecen
y un cielo azul se despierta,
y un dulce olor a jazmín
va recorriendo la Venta.
Cristo volverá a la vida
un domingo en primavera,
y el jilguero con su canto
nos dará la buena nueva,
poniendo en sus trinos música
sobre la faz de la Tierra.
El sol tenderá sus brazos
acunando las cosechas,
la noche se irá vistiendo
con claridades de estrellas,
y veremos por el cielo
una paloma que vuela,
llevando un haz en su pico
con hojas de olivo nuevas.
Pues Cristo ha resucitado
y desde el cielo, nos vela.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 


sábado, 4 de abril de 2020

MI PATIO


 

     



Mi patio,
De hierbabuena y cactus sin espinas,
Hogar frondoso
De pájaros y lagartijas,
De techo estrellado
Y de lunas blancas,
De sosiego y de calma.
Mi patio acoge palabras
En el verano,
Se cierra melancólico en el otoño.
En el invierno, cuenta mis pasos,
Y en primavera
Se orienta hacia el sol,
Preparándose para la vuelta
De mis sueños perdidos.
Mi patio es mío,
Una parcela de tierra y nubes
En el mismo centro del mundo,
Un paisaje de plácido aroma
Cuando anochece,
Y un lugar público y secreto
Donde acunar mis recuerdos.