Resistiremos con insolencia
las sacudidas mudas del tiempo
mientras nuestras manos
se prodiguen calor mutuo.
Resistiremos inviernos fríos
y cálidas primaveras
y dormiremos al susurro
de los años vividos.
Resistiremos con la fuerza
de los días de amor pasados
y con la ternura
que llena los de hoy.
Resistiremos repletas las maletas
de besos y palabras,
de espacios intangibles
inundados de fe.
Y al fin resistiremos
cuando nos llegue el alba,
recordando las rosas
que trajo el mes de abril.
Este poema fue inspirado por la fotografía que lo acompaña y que realicé hace poco tiempo en Almedina, precioso pueblo manchego.
Fascinante tu capacidad imaginativa y narrativa, pero también tu habilidad en la poesía donde siempre hay destellos de sensibilidad.
ResponderEliminarAdmirable tu capacidad de observación y tu sensibilidad ante cualquier detalle cotidiano, cómo consigues transmitir al que lo lee, ya sea en prosa,ya sea en verso, un torrente de sentimientos y emociones.
Bonita fotografía y grandes versos cargados de ternura que simbolizan la "resistencia" de toda una vida juntos.
Un abrazo.
Muchas gracias por este precioso comentario, Esther, y efectivamente hay imágenes que son inspiradoras y ésta fotografía es una de ellas. Muchas veces dentro de lo cotidiano vivimos momentos mágicos, solo que por ser cotidianos, quizás no los captemos o no los disfrutemos como se merecen. Lo hermoso de lo cotidiano es que esta a nuestro alcance: leer un libro, ver una buena película, escuchar una canción que nos gusta o, dar un paseo del brazo de una persona querida. El paso del tiempo es inexorable y nuestro triunfo está en luchar por mantener lo bueno que tenemos a nuestro alrededor. Gracias de nuevo por tu comentario, y me alegro mucho de que te haya gustado este poema, que demuestra que el amor siempre resiste a los avatares de la vida.
EliminarDas los pasos necesarios para "resistir" y en ellos no puede faltar el fundamental, que para resistir no debemos hacerlo solos. Tenemos inmensa suerte de seguir viviendo en pequeños pueblos y de cada día encontrarnos frente a frente con estas parejas de "combatientes", yo los llamo felices residentes en la tierra, porque a pesar de los golpes que entrega la vida, han sabido como esquivarlos y mantener su "hogar" que solo queda fragmentado cuando uno de ellos parte para siempre. Y a veces ocurre que tras corto tiempo su pareja le sigue por no poder soportar la soledad sin el otro, eso demuestra que ciertamente el amor existe. Precioso poema, anímate y sigue escribiendo más. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias por este emotivo y bello comentario con el que estoy totalmente de acuerdo. Es hermoso encontrar a esa persona con la que resistir contra viento y marea sostenidos por el amor, que es el motor que nos ayuda a conservar esa felicidad que a la vez nos otorga. Un fuerte abrazo, Rosa.
EliminarSi, realmente la fotografía es muy inspiradora. y quizá, a los pobres mortales como nosotros, esta imagen por cotidiana y manida en nuestro entorno, no le demos el valor que tiene en su totalidad. Pero tu , con la sensibilidad que te caracteriza,si has sabido captar todo lo hermoso que dos personas envejeciendo juntas ,transmiten. |Hay los poetas!
ResponderEliminarAsí es Enriqueta, a veces lo cotidiano no nos llama la atención por cotidiano precisamente, pero es en lo cotidiano de donde podemos extraer las enseñanzas más sabias y por supuesto, la belleza que se refleja en esta sencilla fotografía, que nos transmite esa complicidad de los que han pasado juntos toda una vida. Un fuerte abrazo y gracias por tu bonito comentario.
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