viernes, 10 de abril de 2020

VIERNES SANTO








La luz entre los olivos
se apagó este Viernes Santo,
la tierra que los sustenta
se ve anegada de llanto,
y entre las sombras del pueblo
corre un viento triste y calmo
dejando entre sus vecinos
un sabor a vino agrio.
Paran los olivareros
sus faenas en el campo,
y los pastores recogen
con apretura el ganado.
El cielo cubre sus nubes
con velo de negro tul,
las estrellas una a una
van a llorar a Jesús.
El monte Calvario arde
entre tinieblas y fuego,
pues Cristo ya está expirando
y su Madre está de duelo.
Las aves dan a sus trinos
una música doliente,
y visten de crespón negro
el corazón de la gente.
La luna blanca en su luto
borda lágrimas de plata,
que va vertiendo la brisa
sobre su divina cara.
Y el mar, que se ha alborotado,
seguidamente se calla,
escribiendo una oración
sobre sus olas de plata:
"Cristo de la Expiración,
cuida de los oprimidos,
de aquellos que nada tienen,
de inmigrantes y mendigos,
y de los desheredados,
por la injusticia vencidos.
Será tu muerte la vida
que a nosotros nos entregas,
mientras aromas de lirios
dan perfume a la tristeza.
Cristo de la Expiración,
tus heridas son las nuestras,
tu luz, celestial camino
de preguntas y respuestas."
Los olivos reverdecen
y un cielo azul se despierta,
y un dulce olor a jazmín
va recorriendo la Venta.
Cristo volverá a la vida
un domingo en primavera,
y el jilguero con su canto
nos dará la buena nueva,
poniendo en sus trinos música
sobre la faz de la Tierra.
El sol tenderá sus brazos
acunando las cosechas,
la noche se irá vistiendo
con claridades de estrellas,
y veremos por el cielo
una paloma que vuela,
llevando un haz en su pico
con hojas de olivo nuevas.
Pues Cristo ha resucitado
y desde el cielo, nos vela.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 


4 comentarios:

  1. Has revestido a este hermoso poema con vuestro Cristo, vuestro pueblo, con el dolor y la esperanza. Los versos se mecen con la brisa de una límpida primavera, fuera llueve, dentro también. Un abrazo.

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    1. Muchas gracias por este bello comentario, y esperemos que todo esto acabe lo antes posible. Sin duda ha sido un Viernes Santo especial y he querido dedicarle este poema a nuestro Cristo. Un abrazo!!

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  2. Precioso verso Juan Basilio me encanta,yo que soy de mucha fe no lo has podido hacer más clavado, con el Cristo de la Expiración en estos tiempos que corren que valga como oración,nos ayude a parar esto, qué triste tiene su cara
    de ver a sus hijos sufriendo con esta triste pandemia,un fuerte abrazo Juan Basilio.

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    1. Muchas gracias por tu comentario y ojalá y con su ayuda, esto termine pronto. Un abrazo y cuidaos mucho, Paqui!!

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