sábado, 26 de octubre de 2019

LAS ESTATUAS




 
 
 
 
A veces perseguimos la quimera
De lejanas percepciones y misterios,
Sin conocer que muchas veces, sin saberlo,
A nuestro lado está la primavera.
 
Buscamos junto al mar la luz serena
Que nos guíe en la aventura del olvido,
Más se conduele el alma sin sentido
Y el corazón se duerme con la espera.
 
Pasará ya el tiempo de las horas locas
En pos de los recuerdos tan queridos,
Mientras el sol se apaga malherido
Frente al ardor oscuro de tu boca.
 
Y seguirá la conciencia apalabrada
Doblegando sin razón al sentimiento,
Mientras vamos dotando al pensamiento
De viejas ilusiones mal labradas.
 
Se queda sin embargo en mi memoria
El cálido contacto de tus manos,
La luz de tus ojos soberanos
Y el tierno verdor de nuestra historia.
 
Las estatuas que erguidas nos miraran
Desde su pedestal conformado por los siglos
Hoy tiemblan como hojas de ceñiglos
Mientras los días impasibles las abrazan.
 
Porque el tiempo que enmudece, más no calla
Arrastra con su paso los momentos,
Las vanidades y los juramentos
E invencible, siempre gana la batalla.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

8 comentarios:

  1. Me gustan estos poemas, como la imagen que acompañas son clásicos, como lo que leiamos de pequeños en el colegio, saludos Juan.

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    1. Me alegro mucho de que te gusten estos poemas que como tu dices, tratan de homenajear a los clásicos. Un abrazo, Luis!

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  2. Juan Basilio por suerte tenemos estatuas muy bonitas y en este caso ha sacado el poema de una de ellas, me ha gustado mucho un abrazo.

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    1. Muchas gracias Paqui, es verdad que tenemos estatuas preciosas que aunque parezcan sin vida, desde su pedestal observan el paso del tiempo de una forma implacable y nos invitan a vivir la vida y esos pequeños grandes momentos de los que se compone. Un abrazo, Paqui, y me alegro mucho de que te haya gustado este nuevo poema.

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  3. Nos cierra el paso el tiempo pero también nos ayuda a resguardar los recuerdos. La melancolía en tus poemas destilan tanta nostalgia como esperanza. Sigue escribiendo versos y prosa, regálanos más con esas velas desplegadas que no sufren el rigor del viento, un abrazo.

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    1. Rosa, muchas gracias por tu hermoso comentario. Así es, el paso del tiempo, tan rápido que apenas acabamos de darnos cuenta de sus vaivenes, nos hace muchas veces refugiarnos en los recuerdos, pero también nos apremia a disfrutar lo que nos depara el presente, salir a disfrutar de esa conversación, de ese café en buena compañía, o de ese pequeño viaje rodeados de grandes amigos. Son pequeñas cosas, pero enormes a la vez, que nos ayudan a detener el ímpetu del transcurrir de los días. Un fuerte abrazo y muchas gracias de nuevo.

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  4. Bonito poema, es tiempo de nostalgias, de introspección y de echar una mirada al pasado porque las miradas retrospectivas,a veces, nos dan el empujón para seguir adelante y ver con curiosidad que nos está esperando en la próxima etapa.
    Te habla la voz de la experiencia,jajaja

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    1. Estoy totalmente de acuerdo con tu comentario, el otoño es la época donde la nostalgia se hace más presente. No sé si será por el cambio de tiempo, por volver a ver los cielos grises o por sus coloridas formas, el caso es que es un tiempo para mirar un poco hacia atrás y también para situarnos en nuestro presente y, como tú dices, seguir avanzando. ¡Un abrazo!

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