domingo, 4 de febrero de 2024

NOTRE-DAME DE PARÍS


A ESMERALDA, LA ZÍNGARA




"Si mi pasión, sublimada en la rosa,
queda a tu corazón sometida,
desde mi torreón te digo
que encontré la libertad.
Si mi fealdad, se mide con la gárgola
que desagua Notre-Dame,
mi amor se mide con el Sena,
tranquilo en su remanso 
y enorme y profundo en su recorrido.
Nada hay en tu hermosura
como tu corazón,
que sabe ver más allá de lo que soy.
Desde mi torre grito tu nombre:
¡Esmeralda!
Y todas las campanas
acompañan a la tosquedad de mi voz
como un delirio de violines,
que resuenan al filo de la mañana,
igual que una bandada de ruiseñores."


    
En 1956 se estrenó la película "Notre-Dame de París", dirigida por Jean Delannoy, basada en la inmortal obra de Víctor Hugo. En ella, dos grandes actores brillan con luz propia en los papeles de Quasimodo y Esmeralda, la zíngara. Anthony Quinn y Gina Lollobrígida se meten en la piel de estos inolvidables personajes y nos hacen vivir esta romántica historia con toda la ternura y la emoción que subyace en la novela del gran escritor francés. Con estos versos, homenajeo a la película, a la novela y a sus personajes, Quasimodo, el deforme ser encargado de hacer sonar las campanas en uno de los edificios más bellos de Francia, la catedral de Notre-Dame, en París y, a Esmeralda, la hermosa gitana de la que se enamora y que lo tratará con respeto, ternura y amabilidad. Y también, como no, a los dos grandes intérpretes que los encarnaron, Anthony Quinn y Gina Lollobrígida, en el cénit de su carrera, con esta hermosa fotografía que ilustra esta nueva entrada. Saludos.







2 comentarios:

  1. Tu regreso a los “escenarios” del blog siempre serán bien recibidos. No lo distancies en el tiempo, gracias

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